Emotivo homenaje de la plantilla de NORTEK a su fundador
En un emotivo acto, la plantilla de NORTEK se ha reunido para rendir homenaje al fundador y primer presidente de la empresa, Juan Alejandro Segrelles, a los siete meses de su fallecimiento. En primer lugar, con la hermosa melodía de un violín como acompañamiento, se ha plantado un olivo, árbol mediterráneo por excelencia que evoca tanto los orígenes de quien fue alma máter de nuestra compañía como el producto que —en su vertiente industrial— constituyó el centro inicial de atención de NORTEK en tanto proveedor de sistemas de lubricación. Seguidamente, un representante de los trabajadores ha descubierto una placa conmemorativa en la que se recuerda una de las frases que Juan Alejandro Segrelles más repetía para motivar y arengar a sus técnicos. El dibujo de su busto es obra, a su vez, de Vicente Segrelles, conocido ilustrador y hermano del fallecido, quien ha colaborado históricamente con NORTEK desde su vertiente de diseñador gráfico.
Para Segrelles, un «no» siempre podía transformarse en un «sí» y lo que parecía imposible podía no serlo tanto.
El acto ha concluido con un vino español servido en la nave, recientemente inaugurada, que ha venido a completar la última ampliación de nuestras instalaciones, concebida por Segrelles como motor para el crecimiento y el aumento de la productividad de NORTEK. Esta nueva fase nos permite alcanzar los 10.000 m2 de superficie, incorporando a nuestra planta un espacio totalmente segregado para la manipulación del acero inoxidable y dos cabinas —de chorreado y pintura— de 24 m de largo, con capacidad para equipos de hasta 12 t. Durante el ágape, han sido numerosos los recuerdos y anécdotas que se han compartido sobre nuestro fundador, su singular carácter, su perseverancia y capacidad de lucha, y su reconocida pericia técnica. El legado que nos deja constituye hoy el mejor acicate para seguir haciendo crecer esta empresa que fue su sueño y su pasión durante casi cincuenta años.