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Usos y aplicaciones de los lubricantes para los diferentes metales 

Los usos de los lubricantes en las piezas de metal de cada maquinaria son diversos y abarcan una amplia gama de funciones. Su presencia es clave en el funcionamiento de estas y pueden marcar la diferencia a la hora de alcanzar su máximo rendimiento.  

En este artículo os explicaremos la importancia que tienen, sus variantes y sus distintos usos. 

Garrafas de distintos lubricantes

La importancia de los lubricantes 

Los lubricantes industriales son cruciales para que los sistemas de maquinaria funcionen correctamente, ya que ayudan a que el contacto entre rodamientos y otras piezas metálicas no tengan aumentos de temperatura inesperados debidos al rozamiento. 

También previenen el desgaste de las piezas que protegen, lo que reduce las paradas y aumenta en gran medida la vida útil de la máquina. 

Tipos de lubricantes 

Existen tres tipos de lubricantes según su grado de solidificación a temperatura ambiente: los aceites, las grasas y las pastas. Por la naturaleza de nuestros sistemas, nosotros trabajamos principalmente con los dos primeros, pero las pastas también tienen cierta presencia en el mundo de la lubricación. 

Aceite 

El aceite es un lubricante en estado líquido de diferentes viscosidades lo que le permite ser desplazado y distribuido con mayor fluidez. Habitualmente se elabora con una base hecha con derivados del petróleo a la que se le añaden distintos aditivos. 

Su composición y características pueden variar enormemente según su aplicación específica, pero normalmente se utilizan en maquinaria de alta velocidad. 

Grasa 

Las grasas están compuestas por un aceite base al que se le añade un elemento espesante. Esto les proporciona características distintas a los aceites, dotándolos de una consistencia y adherencia únicas, permitiéndole tener una mayor duración sobre las superficies de contacto. 

Pasta 

Las pastas son sustancias untuosas que contienen un alto porcentaje de partículas lubricantes sólidas, por lo que se puede considerar también lubricantes secos. 

Esta característica permite a las pastas tener una gran estabilidad estructural, facilitando una aplicación precisa sobre el área que se quiera proteger (ya que no gotean ni se derraman).  

Los diferentes usos de los lubricantes 

Los lubricantes mencionados en el anterior apartado abarcan una gran cantidad de funciones. Aunque la principal sea lubricar los puntos claves de las maquinas, cumplen con roles muy importantes en otros aspectos, todo de cara a maximizar el rendimiento de los procesos de fabricación. 

Lubricación 

Una de las principales funciones de los lubricantes es reducir la fricción entre las herramientas y elementos móviles de la maquinaria, lo que evita el desgaste prematuro y prolonga su vida útil. 

En cualquier operación en la que exista contacto entre dos piezas de metal, la reducción de la fricción es clave para prevenir deformaciones, desgaste y roturas que puedan dañar al producto final.  

La función principal de los lubricantes es evitar esta fricción. Es la característica que más impacto tiene de todas en el rendimiento de las maquinas. 

Rodamiento engrasado

Eficiencia energética 

Al proporcionar una capa lubricante entre distintas superficies en contacto, se disminuye la cantidad de energía necesaria para superar la resistencia al movimiento que estas ejercen al entrar en contacto, lo que da lugar a una operación más eficiente de los equipos y una menor demanda de energía. 

Aunque no sea la principal finalidad al lubricar una máquina, esta eficiencia viene dada por el uso correcto del lubricante y se ha de tener en cuenta a la hora de calcular las ventajas que supone una lubricación óptima.  

Sellado 

Esta característica viene dada sobre todo por las grasas, ya que sus características de viscosidad protegen la superficie lubricada de las partículas contaminantes externas y sellan grietas u otros desperfectos creados por el desgaste. 

Esta característica puede ser especialmente importante si el entorno tiene tendencia a fugas de lubricante, ya que el sellado evitaría también estos problemas.  

Control de temperatura 

Los lubricantes fluyen cíclicamente en periodos de tiempo determinados, y una de sus funciones es actuar como disipador del calor que genera el movimiento de los componentes y la fricción. 

Esta característica es indispensable para mantener la composición de las piezas metálicas intacta y prevenir deformaciones o fallas en el sistema debido al exceso de calor. 

Prevención de corrosión 

Los lubricantes pueden poseer características que impidan que las partículas de oxígeno oxiden los metales que protegen. Esto no solo reduce las imperfecciones, sino que protege a los metales contra la corrosión, lo que mantiene su integridad, prolonga su vida útil y permite operaciones más eficientes y controladas. 

Por eso es interesante efectuar una aplicación de lubricantes resistentes a la degradación por oxidación. La oxidación es un problema grave que puede reducir el rendimiento, la vida útil, la calidad y la apariencia de los metales.